CIERRE SALA APOLO
El Ayuntamiento ordenó ayer el cierre de la sala Apolo y de los locales que se encuentran adyacentes al detectarse graves problemas estructurales en los cimientos del edificio. Unas deficiencias que podrían poner en peligro la seguridad de los usuarios, por lo que tras detectarse estas anomalías, certificadas por técnicos municipales y bomberos se decidió clausurar la actividad del sótano de los números 107, 111 y 113 de la calle Nou de la Rambla. La sala grande, con capacidad para 1.200 personas, tenía ayer programado los conciertos de Bat for Lashes y Race Horses que fueron trasladados al Arteria Paral·lel.
La sala no podrá volver a abrir hasta que se subsanen todas estas deficiencias y así se comunicó ayer mismo a los propietarios. La clausura también ha afectado, además de a la sala de espectáculos, una sala de baile, un salón recreativo, otro de juegos, un bar y dos restaurantes. Justo al lado también se encuentra un edificio de viviendas, pero los bomberos consideraron que la situación, en este caso, no revestía ningún peligro. Los problemas estructurales afectan al sótano que ocupa una superficie de 1.400 metros cuadrados.
La inspección de este espacio y de los cimientos del inmueble fue efectuada a instancias del distrito de Sants-Montjuïc. Posteriormente, la Guardia Urbana corroboró el informe del departamento de Llicències i Inspecció. Ayer mismo, los bomberos realizaron una inspección durante la mañana en el que se observó que las armaduras de los pilares y la losa de hormigón armado del sótano sufren efectos de la humedad en forma de corrosión. Los cuerpos de seguridad también observaron zonas donde se habían producido filtraciones, que han acabado por causar oxidación,
Las anomalías detectadas forzaron a los bomberos a redactar un informe técnico en el que se dictamina que aunque «no hay indicios de riesgo inminente de colapso, no es apto para el uso de las licencias para las que tienen licencias los locales». El distrito, por su parte, emitió una resolución en la que impide «el desarrollo del uso, el acceso y el ejercicio de las actividades de pública concurrencia que se corresponde con el perímetro del sótano afectado».
La decisión cogió totalmente por sorpresa a la empresa que gestiona la sala Apolo, La 2 del Apolo y uno de los restaurantes (Apolo Diner) que recibieron la noticia ayer mismo. Fuentes de la empresa explicaron ayer a La Vanguardia que no tenían conocimiento de que se había inspeccionado el edificio y tampoco del mal estado de conservación en el que se encontraba. Por lo pronto, se tuvieron que conformar con trasladar los conciertos previstos para ayer jueves a otros espacios sin saber del cierto cuando podrán reanudar la actividad. Según los bomberos, hasta que no se realicen las actuaciones necesarias y se presente un certificado de estabilidad estructural del edificio no podrán abrir
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