SPOTIFY

 

 

Todo tipo de música y, además, gratis. Así es Spotify, una web que nos recuerda inevitablemente a Napster hace una década, la web que crearon tres estadounidenses que fue todo un misil a la industria musical. Ahora bien, si las descargas directas son ilegales, algo obvio y que todo el mundo entiende (salvo las autorizadas por los autores), el streaming se encuentra en un limbo jurídico, ya que es oficialmente tolerado, aunque no deja de ser una distribución cual emisora de radio, la cual paga por derechos de autor, y existen miles de programas para grabar lo que sale por nuestros altavoces. Es más, en la propia SGAE existe una tabla de precios por este tipo de emisión y no se descartan acciones legales por su implantación.
Ahora ha salido otra "bomba", la mencionada Spotify, que reproduce prácticamente cualquier canción de la historia bajo este método, a una excelente calidad y actúa como una inmensa biblioteca que, según expertos, haría pensarnos en tener que bajar o comprar la música cuando siempre estará disponible en este lugar. Hay que tener en cuenta que esta web no trabaja como Youtube. Dailymotion, Goear o tantos sites de streaming, los cuales se nutren de contenidos de los usuarios y sujetos a su eliminación por razones legales. El contenido de Spotify se mantiene constantemente gracias a los acuerdos con discográficas como EMI, Sony Music, Warner y Universal. Ahora bien, la financiación, ya que las compañías no van a regalar la música, se hace a la vieja usanza: banners y cuñas de audio de dos minutos cada hora.
Son ya poco más de un millón de usuarios los que aprovechan este site, un buen número radicados en España. Ahí es nada…

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