La normativa, que se ha aprobado con los votos de todos los partidos y la abstención del Partido Popular, implica que estos locales no podrán abrir al público en la franja horaria que va de las 6 de la mañana a las 12 del mediodía. Algo, que interrumpe el ritmo de fiesta continua que, hasta el pasado verano, se podía practicar en el municipio.
Quién se salte la normativa se enfrentará a sanciones que van desde los 300 euros de multa hasta la posibilidad de precintar el local por incumplimiento de la ordenanza.